En relación al parentesco entre la pintura y la fotografía es interesante saber que Aldo Sessa pintaba desde los diez años, y a los doce participó de su primer concurso de pintura. Cuando llegó, años más tarde, al mundo de la fotografía, ya sabía de luces, de sombras, de volúmenes y de composición.
A diferencia de otros fotógrafos mencionados en este blog como los de la escuela de Frankfurt quienes componen previamente la foto que van a sacar; Sessa es más bien un cazador.
No va a ninguna parte sin su cámara y no crean que la lleva en un bolsito; no, la lleva en la mano, lista. Según él mismo ha contado, mientras camina, al pasar de una zona de luz a otra de sombra por ejemplo, va regulando la exposición de la cámara de modo de tenerla preparada para la gran foto que puede aparecer en cualquier momento.
Sessa es uno de esos artistas que se presentan como mediums; tipos que captan cosas que están ahí pero suelen pasar desapercibidas para los demás.
Su extensa trayectoria se presentó resumida en 150 fotos en el Centro Cultural Recoleta.
A diferencia de otros fotógrafos mencionados en este blog como los de la escuela de Frankfurt quienes componen previamente la foto que van a sacar; Sessa es más bien un cazador.
No va a ninguna parte sin su cámara y no crean que la lleva en un bolsito; no, la lleva en la mano, lista. Según él mismo ha contado, mientras camina, al pasar de una zona de luz a otra de sombra por ejemplo, va regulando la exposición de la cámara de modo de tenerla preparada para la gran foto que puede aparecer en cualquier momento.
Sessa es uno de esos artistas que se presentan como mediums; tipos que captan cosas que están ahí pero suelen pasar desapercibidas para los demás.
Su extensa trayectoria se presentó resumida en 150 fotos en el Centro Cultural Recoleta.
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