Roberto Santoro fue secuestrado por criminales del terrorismo de estado el 1° de junio de 1977. Se lo llevaron ilegalmente de la Escuela Nacional de Educación Técnica N° 25 Teniente Primero de Artillería Fray Luis Beltrán, en el barrio de Once, donde el poeta trabajaba como preceptor. Nunca más se lo vio.
Desde aquí, un humilde homenaje a este hombre que tendría que haber seguido escribiendo.
Reproduzco tres breves poemas suyos.
Hoy
después de ver a una mujer
dejar caer a su hijo a través de una ranura
y disparar con su miedo a la oficina
Hoy justamente
que un militar le prendió fuego a una biblioteca
y un funcionario se masturbaba al pie de una secretaria
Hoy
precisamente hoy
que el juez de turno hizo pis arriba de los libros
y un colectivo mató una mariposa
Hoy que una muchacha me vendía su sexo por un café con leche
y yo le hablaba de poesía
Hoy
exactamente hoy
tuve que tirar el corazón por la ventana
CUADRO
Cada vez que hay un problema
el juez levanta el martillo
y el país se hunde
más adentro.
VERBO IRREGULAR
yo amo
tú escribes
él sueña
nosotros vivimos
vosotros cantáis
ellos matan.
Roberto, no te conocía hasta que fui a tu plaza a ver bailar a mi hija. Mi hija bailó por vos. Las chicas bailaron por vos. Los chicos hicieron sonar los tambores por vos, y tus amigos te recitaron.
Ojalá el arte pudiese humanizar a las bestias, lavar las heridas y ganarle al olvido.
Roberto, ellos ya no matan, y tu palabra todavía flota en el aire sobre una plaza.
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