viernes, 30 de diciembre de 2011

Música - Rick Wakeman en el Gran Rex

En varias oportunidades he escuchado mencionar a Rick Wakeman como “el mejor tecladista del mundo”. Aunque algunos artistas lo sean, el arte no es competitivo y carece de mecanismos, como tiene por ejemplo el deporte, para medir los méritos que permitan definir un ordenamiento de mejor a peor. Esto no impide que existan concursos, premios, rankings y afirmaciones tan entusiastas y desatinadas como la que suele circundar a Rick Wakeman. Aunque, por cierto, merecer tal desatino ya habla bien del hombre.



Convengamos que Wakeman es un eximio tecladista, de dilatada carrera tanto en el rock como en la música clásica, conocido en todo el mundo por su trayectoria con el grupo YES como así también por su obra solista que incluye joyas como “Las seis esposas de Enrique octavo”, “Viaje al centro de la Tierra” o “Mitos y leyendas del Rey Arturo”.





Su presencia en el Buenos Aires agotó con rapidez las localidades obligando a agregar una nueva función.




Algo habrá sembrado Wakeman a lo largo de tantos años como para ser recibido con una tremenda ovación antes de tocar siquiera una nota. El propio Wakeman pareció sorprendido por tanto afecto y en varias ocasiones le costó encontrar las palabras para agradecer al público. Lo que nunca le ha costado son las notas, que sus dedos recorren, en ocasiones a velocidad asombrosa, sin errar nunca el destino. Sentado a un piano de cola y acompañado por la Orquesta Sinfónica de Buenos Aires dirigida por Guy Protherce, Wakeman ejecutó un repertorio basado en “Mitos y leyendas del Rey Arturo” y “Viaje al Centro de la Tierra”. “Catherine Howard” fue la única esposa de Enrique VIII que se dio cita por Buenos Aires; las demás cedieron su espacio a un homenaje a los Beatles (“Help” y “Eleanor Rigby”), “Gone but not forgotten” y “After the Ball” (un tema de “White Rock”).




El entusiasmo de la audiencia continuó luego de dos bises (“Merlín el mago” y “The jig”). Wakeman volvió al escenario una vez más, agradeció y a la vez dijo estar en un problema porque se les había acabado el repertorio ensayado con la orquesta, ante lo cual ofreció repetir un fragmento de “Viaje al centro de la tierra”. La situación derivó en los músicos rebuscando en sus partituras la página correspondiente mientras Wakeman los esperaba tocando el piano. Un momento simpático que un video colocado en YouTube me permite compartir con ustedes.




No hay comentarios: