martes, 21 de julio de 2009

Mandalah


Mandala es un término sánscrito que significa “círculo”. Los mandalas son diagramas circulares utilizados fundamentalmente en el budismo e hinduismo; aunque este tipo de representaciones circulares se encuentran en casi todas las culturas. Esta universalidad de los mandalas, llevó al psicoanalista Carl G. Jung a postularlos como posibles expresiones de lo inconciente colectivo.

La introducción viene a cuento de Mandalah (con h final): un espectáculo tan recomendable como difícil de clasificar. Tiene mucho de trapecismo, algo de teatro, algo de clown, mucha y variada música, bastante video. Todos esos elementos armonizan y conforman un todo, un todo circular.
El arte supone flexibilidad. El arte es lo contrario de la rigidez. Si algo destaca en Mandalah es la flexibilidad de los cuerpos en el aire. Los trapecistas van formando mandalas. Conforman una estructura y al rato la deshacen para generar otra. Por momentos la estructura se nos cae encima.
En psicoanálisis se dice que el neurótico genera una estructura en su primera infancia y luego se esconde en ella, queda atrapado. La estructura aprisiona, genera sufrimiento pero a la vez da seguridad, por eso solemos emperrarnos
Mandalah es un espectáculo desestructurante. Ya desde el principio, cuando en lugar de hileras de butacas nos topamos con sillones acomodados en forma semicircular, sillones que invitan a relajarse y mirar como dos trapecistas se mueven en espejo hasta que descubrimos que se trata de uno solo. La dualidad percibida cae, entonces, como una ilusión generada por un juego de sombras.
Vemos imágenes proyectadas sobre una enorme pantalla, sobre telas y sobre los cuerpos en el aire. Música brasilera, Pink Floyd, Alan Parsons, Queen, Bach y una cantante lírica en escena. Muchas sensaciones, belleza y un poco de vértigo.
Es en el Club de Trapecistas Estrella del Centenario - Ferrari 252 (cerca de Pque. Centenario)
Web: http://www.clubdetrapecistas.com.ar/

1 comentario:

Anónimo dijo...

También me encantó el espectáculo. Muy interesantes también tus reflexiones.
Lucas