domingo, 26 de julio de 2009

Cine - Hace mucho que te quiero


Una historia bien contada. Una actuación impresionante. La historia de Juliette, una mujer que sale de prisión pero sigue encerrada; alguien que se había salido de la vida y, luego de muchos años, logra volver. Dos hermanas que se reencuentran y ponen en juego un montón de cuestiones que no conviene revelar.
Intentaré ser breve, pensando en quienes no la han visto. Esta es una obraa la que conviene acudir sin mucha información; pero después de semejante película algo tengo que escribir; esta obra no puede pasar desapercibida por la cartelera porteña. Y de lo primero que hay que hablar es de la interpretación.
Esos supuestos actores que en todos los papeles hacen de sí mismos me recuerdan a los malos psicoanalistas que en sus interpretaciones solo intentan acomodar un conocimiento preconcebido; en lugar de recibir el saber no sabido que proviene de la subjetividad del paciente. Acostumbrados a estrellas que no manejan más de tres o cuatro gestos, la actuación de Kristin Scott Thomas reivindica la profesión. Actuar, ser otro, ponerse en la piel de otro.
Kristin Scott Thomas le entrega su cuerpo al personaje para que este emane a través suyo. Le pone tal carnadura al personaje que disuelve la pantalla. Su expresividad le da a Juliette una profundidad que conmueve. Nos hace olvidar que estamos en un cine, acá no hay buenos ni malos, hay seres humanos. “Hace mucho que te quiero”: hace mucho que no veo una actuación igual, quizás desde Meryl Streep en “La desición de Sofia”.
El director debutante Phillipe Claudel deja que la historia fluya hacia la verdad de su protagonista. Será su primera película pero este hombre es un gran narrador. Dosifica las situaciones de modo tal de generar e incrementar la intriga del espectador. Queremos saber qué hizo, luego queremos saber por qué lo hizo. Y en ese camino vemos como los personajes evolucionan. Los personajes son unos cuando la película empieza y son otros cuando termina. La obra se centra en el proceso de transformación; quizás por eso también me recuerde tanto a una buena terapia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me senti muy identificada con tu comentario sobre la película que también me generó muchas emociones.
Me gusto mucho tu blog. Tenemos muchas coincidencias en gustos.
Como puedo hacer para poder ver Solaris? En el video club me miraron con cara rara.
julianeiras@hotmail.com