domingo, 23 de agosto de 2009

El Secreto de sus Ojos: lo sorprendente y lo cursi

¡Una hora de cola para ver una película argentina! Durante la misma nos topamos con un cinéfilo uruguayo, setentón, jubilado. Nos comenta que venía de “La Lugones” donde vio “Secret Sunshine” de Lee Chang-Dong y que el día anterior había vuelto a ver “Fresas salvajes” en otro cine club. Mientras se complace en anunciarnos la proximidad de un ciclo de cine africano, estoy a punto de preguntarle qué es lo que mueve a un cinéfilo a hacer semejante cola para ver una película de Campanella. Pero claro, la misma pregunta podría volverse hacia mí. La contesto entonces. La película venía con un excelente tras otro en las críticas, muchos comentarios positivos; además es cine nacional, se hace con mucho esfuerzo ¿por qué no apoyarlo? El hecho de que para ver “My Winnipeg” nos teníamos que ir hasta Constitución un sábado a la noche hizo el resto.
Se nota el trabajo que hay puesto en la película. Hay un guión muy pensado, todo está puesto por algo, una serie de objetos emblema que se repetirán en la película (la máquina de escribir a la que le falta la letra A, la puerta que se cierra o se deja abierta), buenos diálogos, mucho esmero en la reconstrucción de época y humor del bueno. Cada aparición de Francella es un placer. Por más maquillado que esté, no hace nada muy diferente a lo habitual: interpretar al porteño pícaro, tierno y machista. Hace lo que sabe y lo hace muy bien.
Como plus, la película aporta una de las escenas más espectaculares que haya dado el cine argentino: un plano secuencia en el que la cámara sobrevuela la cancha de Huracán, vemos un poco del partido desde arriba y luego nos metemos en la tribuna donde Darín y Francella buscan al sospechoso, lo encuentran y lo persiguen por los pasillos; una secuencia de unos cinco minutos sin un solo corte. Sorprendente.
Hasta aquí todo lo rescatable (que no es poco) pero hay algo que no puedo soslayar y que, por su parte, me impide comulgar con el “excelente” de las críticas de la mayoría de los medios: por momentos la película me pareció cursi; la historia de amor principal y en particular una escena que se repite al comienzo y casi al final.
Anduve rastreando los orígenes de la palabra cursi y parece haber ingresado a la lengua española desde Marruecos como asimilación de la palabra “Kursi”, cuyo significado inicial “trono de soberano” fue derivando hacia las connotaciones de pedantería, artificio, pretensión.
Lo cursi guarda relación con “el lugar común”, aquello ya visto o dicho demasiadas veces. El periodista venezolano Carlos Yuste sitúa lo cursi en la intersección entre lo caricaturesco y lo solemne. Aquí lo caricaturesco aparece en la escena en que Soledad Villamil corre por el andén el tren en el que parte Darín; en las manos impedidas de tocarse por el vidrio de la ventanilla; y la solemnidad la pone la música. Con otra partitura, la escena podría haber quedado divertida, paródica, pero con la música que le ponen se torna artificiosa. Una patada al hígado. Una pena. Me quedo con los chistes de Francella y el plano secuencia que penetra en la hinchada de Racing.
Otra cuestión: en un taller literario me enseñaron que donde la mala literatura dice “hace frío” la buena nos lo sentir. Aquí se da algo parecido: se dice que el personaje interpretado por Rago tiene en los ojos “el amor más puro que jamás se haya visto”; se lo dice pero no se lo ve. Sin desmerecer la actuación de Pablo Rago, en ningún momento vemos el amor más puro en sus ojos; de hecho buena parte del público, esperando la vuelta de turca que todo policial suele ofrecer, especuló durante la proyección que fuera el asesino de su propia esposa. Aquí me parece que la obra trastabilla: me lo dice en lugar de hacérmelo sentir.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Che, sabés que me parece que tenés razón. Me había encantado la peli, pero es verdad eso que marcás. Es un poco cursi y lo de Rago, yo también pensé que era el asesino.
Igual, la toma de la cancha está buenísima. Aguante la Acadeeee!

Ignacio

NOVAYA dijo...

realmente agradezco tu critica, ya que la vi, la pelicula me gusto mucho y la disfrute, pero eso no significa que, como muchos films, escape a un exahustivo analizis.
Es muy comun en las peliculas de Campanela apelar a esos recursos "cursis" para lograr una especie de golpe de efecto al espectador, una secuencia, casi sistematica de ..escena de amor, chiste y drama, que prodcuen el efecto cursi que vemos en TODAS sus peliculas; pero lo atribuyo a mas que nada un "Estilo" propio del director .
Estube buscando mas criticas ,no del todos favorables y bastante justificadas como vos lo haces y me parece buenisimo que asi sea, aunque si uno sale de su papel de critico y se acomoda en l asiento del espectador, realmente la disfruta mucho.