jueves, 25 de junio de 2009

Los Títulos


Ante la gran amplitud y variedad de ofertas que ofrece nuestra cultura, es el título de una obra un elemento importante en la vinculación con el espectador.

Todavía recuerdo mi encuentro con la obra del cineasta ruso Andrei Tarkovski. No sabía quién era ni había oído mencionarlo siquiera. Un día leyendo la programación de cine en el diario me topé con la película "El espejo". En aquel momento buscaba obras en las que pudiera sentirme reflejado y decidí ir. Fui por el título. Gracias a eso conocí la obra de uno de los directores más geniales que haya dado el arte cinematográfico.

"La eternidad y un día" del director griego Theodoros Angelopoulos es otro ejemplo. Me encantó el título y la fui a ver por eso, sin ninguna referencia. Así descubrí a otro director valioso.

Por el título acabo de comprar un libro (pedí que me lo regalaron, en verdad). Me jugué por el título. Se trata de "La soledad de los números primos" del italiano Paolo Giordano. Veremos qué tal resulta.

miércoles, 17 de junio de 2009

Homenaje a Roberto Santoro

El sábado 6 de junio se recordó la desaparición del poeta Roberto Santoro, en la plaza que lleva su nombre, en Avenida Forest y Teodoro García, de nuestra ciudad de Buenos Aires.
Roberto Santoro fue secuestrado por criminales del terrorismo de estado el 1° de junio de 1977. Se lo llevaron ilegalmente de la Escuela Nacional de Educación Técnica N° 25 Teniente Primero de Artillería Fray Luis Beltrán, en el barrio de Once, donde el poeta trabajaba como preceptor. Nunca más se lo vio.
Desde aquí, un humilde homenaje a este hombre que tendría que haber seguido escribiendo.
Reproduzco tres breves poemas suyos.


Hoy
después de ver a una mujer
dejar caer a su hijo a través de una ranura
y disparar con su miedo a la oficina

Hoy justamente
que un militar le prendió fuego a una biblioteca
y un funcionario se masturbaba al pie de una secretaria

Hoy
precisamente hoy
que el juez de turno hizo pis arriba de los libros
y un colectivo mató una mariposa

Hoy que una muchacha me vendía su sexo por un café con leche
y yo le hablaba de poesía

Hoy
exactamente hoy
tuve que tirar el corazón por la ventana



CUADRO
Cada vez que hay un problema
el juez levanta el martillo
y el país se hunde
más adentro.


VERBO IRREGULAR
yo amo
tú escribes
él sueña
nosotros vivimos
vosotros cantáis
ellos matan.

Roberto, no te conocía hasta que fui a tu plaza a ver bailar a mi hija. Mi hija bailó por vos. Las chicas bailaron por vos. Los chicos hicieron sonar los tambores por vos, y tus amigos te recitaron.
Ojalá el arte pudiese humanizar a las bestias, lavar las heridas y ganarle al olvido.
Roberto, ellos ya no matan, y tu palabra todavía flota en el aire sobre una plaza.

miércoles, 10 de junio de 2009

Cine - El Artista

Una mirada irónica y divertida sobre el mundillo del arte contemporáneo en la que también se toca, de modo tangencial, el tema de las propiedades terapéuticas del arte.
La trama es simple: un aburrido enfermero (Ramirez, un apellido común, podríamos ser cualquiera de nosotros) trabaja en un geriatrico y tiene a su cuidado a un viejo que, cada tanto, entra en una especie de trance y dibuja. El enfermero decide hacer pasar esas obras como suyas y… ya se imaginan… logra un éxito descomunal.
Más allá de algunos planos que parecen durar más de lo que deberían, la película funciona, llega al espectador, se escuchan frecuentes risas en la sala. La gente se ríe donde los directores quieren que se ría.
Quién ha recorrido muestras y galerías reconoce las situaciones y personajes que se presentan. No por nada, uno de los productores del film es León Ferrari (además de un cameo). Los realizadores conocen lo que están mostrando y caminan en el límite entre la realidad y la autoparodia.
Más allá de la simpatía que logra generar la película, en un plano quizás más serio, abre la cuestión sobre las dificultades para definir qué es el arte y quién es un artista.
El film se apoya en lo no mostrado; de hecho, las supuestas obras de arte de Ramirez no se ven en ningún momento. Solo accedemos a lo que generan en la mirada del público. Es casi un desafío al público: decidir qué es arte y que no. La puesta de cámara, por momentos, muestra al espectador mirado por la obra. El cuadro mira al espectador y escucha sus comentarios. Miramos la obra y la obra nos mira. La interrogamos y ella nos interroga.
La película es dirigida por el dúo Mariano Cohn y Gastón Duprat. Los remito al sitio web de la película para mayor información.
http://www.elartista-film.com

miércoles, 3 de junio de 2009

Ummagumma

Este sábado 6 de junio en el Auditorio Belgrano se presenta Ummagumma, una banda tributo a Pink Floyd.
El tema de las bandas tributo puede llegar a resultar controvertido; ya que pueden tomarse como un sincero homenaje (ésta es, de hecho, la intención manifiesta de estos grupos) o como una forma de hacer negocio usufructuando la muerte o disolución de bandas exitosas (intención oculta).
Se las puede criticar por el mero hecho de la copia. No crean nada nuevo. El arte es creación y este tipo de bandas no producen nada nuevo.
Desde otro punto de vista, se les puede agradecer el hecho de mantener viva la música, de preservarla, de generarle nuevos oyentes. ¿Acaso no se llenan los teatros del mundo para escuchar la música de Beethoven, de Mozart, de Chopin?
Para la audiencia, las bandas tributo pueden ser casi como una fantasía compensatoria. Pink Floyd nunca vino a la Argentina y, si al fallecimiento de Richard Wright le sumamos el distanciamiento entre Gilmour y Waters más el hecho de que el euro pasó la barrera de los cinco pesos, podemos concluir que vendrán nunca.
Por eso, Ummagumma puede resultar una interesante alternativa. Los vi el año pasado y el show fue muy prolijo, muy esmerado. Es verdad que no crearon esa música (ni la escenografía, que también imita la de Pink Floyd); no la crearon, pero se nota que sienten la música que tocan. No me parece poca cosa.

Para quien pueda interesarle la comparación incluyo un par de videos: el mismo tema (“Time”) por Pink Floyd y por Ummagumma.







Sitio Web de Ummagumma con información sobre el grupo y el recital.

martes, 2 de junio de 2009

Premio Nobel de Música


Un amigo me pasa la novedad:
-¿Viste que a Peter Gabriel le acaban de dar el Nobel de Música?
No sabía ni que existía el nobel de música. Oficialmente se llama Polar Music Prize, pero se lo conoce como el Nobel de la música porque lo entrega en mano el Rey de Suecia en la misma Academia en que se otorga el Nobel.
–El año pasado lo ganó Pink Floyd. No estamos tan equivocados con la música que nos gusta.
A cada uno debería gustarle lo que le gusta sin necesitar avales que lo justifiquen, pienso. Pero cuando mi hija me dice, refiriéndose a Peter Gabriel, "ese te gusta a vos solo", aprovecho la oportuna mención y le cuento que le dieron el Nobel; no digo el Polar, digo el Nobel.

Bueno, la cuestión es que es un premio doble: se entrega por música contemporánea y por música clásica. En este rubro, el ganador de este año es José Antonio Abreu, un compositor venezolano que ideó un programa para enseñar música clásica a los niños de su país.
En el caso de Peter Gabriel, se lo destaca por su "obra visionaria que busca romper fronteras" y por "su compromiso con los derechos humanos".
El sitio oficial del premio es http://www.polarmusicprize.org/