jueves, 16 de agosto de 2012
Cine y Ecología– Green Film Fest en Buenos Aires
Entre el 16 y el 22 de agosto se estará llevando a cabo la tercera edición del Festival Internacional de Cine Ambiental, en el Cinemark de Palermo (Bulnes y Berutti). El programa del mismo consta de 14 films documentales que abordan distintos aspectos de la problemática ambiental.
Es difícil recomendar obras sin haberlas visto aún, por lo que me limito a mencionar algunas obras que vienen precedidas de buenos comentarios.
En “La sed del mundo”, el fotógrafo francés Yann Arthus-Bertrand, cuya muestra “La tierra vista desde el cielo” recorrió todo el mundo incluyendo la Argentina hace algunos años, revela junto a Thierry Piantanida y Baptiste Rouget-Luchaire, la problemática del agua potable.
“Play again”, del director norteamericano, Tonje Hessen Schei, aborda las consecuencias de que los niños pasen mucho más tiempo frente a pantallas que ante un entorno natural.
En “The clean bin Project”, el canadiense Grant Baldwin y su pareja Jen, documentan el año en que se propusieron vivir sin generar ningún tipo de basura.
“Sushi”, dirigida por Mark Hall, muestra cómo la industria del sushi está alterando el equilibrio ecológico en los mares.
“Visual Telegrams” se anuncia como un ejercicio conjunto en el que treinta directores de diferentes países (Pablo Trapero representa a la Argentina) presentan cada uno un cortometraje de dos minutos (de ahí lo de telegrama visual) sobre cuestiones ambientales y el cuidado del planeta.
La programación completa puede verse en www.greenfilmfest.com.ar
martes, 31 de julio de 2012
Literatura - Julio Cortazar
Grupo de estudio de la obra de Julio Cortázar
- Los primeros y póstumos libros: Divertimento, El examen y Diario de Andrés Fava
- Llaman al teléfono, profesor Julio
- Cortázar y Felisberto, dos amigos que nunca se conocieron.
- Sobre la teoría del túnel, sobre el fantástico desencantado, sobre el Cortázar ensayista
- La conexión Cortázar- Borges, algo más que la historia del Minotauro contada el mismo año
- Publicación de Bestiario y partida a Europa
- Final de juego, una vuelta de tuerca al género fantástico
- El perseguidor, ni cuento ni novela: short story (y mucho jazz)
- La novela que empezó con un sueño: Los premios
- Cronopios, famas, esperanzas… para "ablandar un poco el ladrillo todos los días”
- Rayuela, un tablero de dirección, o cómo hacer estallar el formato “novela”.
- Las cartas de Julio Cortázar también son literatura… Alejandrísima lo sabe.
- Los libros almanaque (y más y más cuentos)
- El Cortázar revolucionario
- Llegada al cómic: la imaginación y el afán de experimentar del gran Julio siguen haciendo lo suyo
- Los autonautas de la cosmopista: una expedición surrealista
- Salvo el crepúsculo: Sonetos eróticos, prosa poética, canciones hechas papel, juegos literarios y manuscritos
- Julio siempre Julio
martes, 10 de julio de 2012
Literatura - Música - Homenaje a Alfonsina Storni
Para escaparse de los moldes impuestos el primer paso es descubrirlos, hecho que Alfonsina dejó señalado en algunos poemas como el citado:
Cuadrados y ángulos
Casas enfiladas, casas enfiladas,
casas enfiladas.
Cuadrados, cuadrados, cuadrados.
Casas enfiladas.
Las gentes ya tienen el alma cuadrada,
ideas en fila
y ángulo en la espalda.
Yo misma he vertido ayer una lágrima,
Dios mío, cuadrada.
Vida y obra de Alfonsina serán homenajeadas este jueves 12 de julio a las 20 hs. Con entrada Libre en la Casa de la Lectura, Lavalleja 924, Buenos Aires. El evento se anuncia como una reunión de canciones compuestas en base a sus poemas, más una lectura de textos periodísticos, relatos autobiográficos e imágenes de época.
Composición, guitarra y voz: Mónica Copello.
Lectura y proyección de imágenes: Estela Fares.
sábado, 30 de junio de 2012
Literatura - Concurso de Cuento Raro
lunes, 30 de abril de 2012
Cultura en Buenos Aires
miércoles, 4 de abril de 2012
Teatro - Cosas tristes

La obra nos introduce en las vidas de tres jóvenes amigos, cuya relación muestra algunas grietas. De esas grietas sacan provecho el director y los autores a través de una puesta en escena muy ajustada, nada pretenciosa, muy acorde con lo que se intenta narrar. Tres sillones y una pantalla. La historia la van narrando los protagonistas, cada cual en su sesión de terapia.
Cada uno tiene su sillón y le hablan, por turnos, a un terapeuta que no se ve, que de algún modo es el público. El clima está tan bien logrado que, en cierto punto, cuando uno de los personajes confesaba ciertas cuestiones, como psicoanalista entreverado en el público, tuve ganas de realizar alguna intervención.
Por otra parte, resulta muy pertinente el modo en que la obra utiliza las proyecciones de video. Allí presenciamos sus encuentros-desencuentros. Los vemos ir a buscar al aeropuerto al amigo que vuelve de España y los espiamos en una fallida fiesta de cumpleaños. Lo que no se dicen entre ellos, lo hablan en sesión. Lo que no muestran las pantallas, lo completa la intimidad del consultorio; intimidad que la iluminación se ocupa de marcar.
En el cruce entre ambos registros vemos que el “exitoso” no lo es tanto, que un amigo a veces se elige para parecer uno menos desgraciado en la comparación y que las amistades no suelen escapar a la ambigüedad que tiñe las relaciones humanas.
Ivanke, Darío Szmulewicz, Nano Zyssholtz están a cargo del guión y son, también, quienes
La web, el chat, los celulares son también "cosas tristes" y se muestran, paradójicamente, como elementos de incomunicación. En tiempos en los que impera el narcisismo y lo imaginario predomina en las webs donde cada cual cuelga sus mejores “photoshops”, adornados con frases de compromiso extraídas de algún “powerpoint”; estos amigos revelan sus debilidades, lo hacen con pudor, titubeando, casi a su pesar. En definitiva, se muestran humanos, lo que despierta empatía en el público y nos lleva a acompañarlos, reconocernos en ellos y a recomendar esta obra a los amigos.
En el Espacio Cultural Pata de Ganso, Zelaya 3122 (detrás del Abasto), 4862-0209.
viernes, 30 de marzo de 2012
Música - Roger Waters

No creo que a Waters le quepa el adjetivo “genio” que tan ávidos estamos de asignar. Su productividad en tantos años queda muy lejos de la de otros que han merecido tal calificativo. Roger Waters, más bien, parece un interesante ejemplo de sublimación.
Tuvo una infancia complicada, el padre murió en la guerra, la madre lo asfixiaba, en la escuela sufrió diversos maltratos y luego de grande, tal como el protagonista de “The Wall” (hago uso de sus metáforas) se le hizo muy difícil soportar el delgado hielo de la vida moderna.
En algún momento, a punto de caer en las grietas que sentía rajarse a sus pies, logró sublimar todo aquello y transformarlo en una obra de arte. Pudo sacarse los gusanos de la cabeza, derribar el muro que había estado levantando a su alrededor y eludir ese destino de psicosis o de autista confortablemente adormecido.
En varios reportajes Waters se ha declarado sorprendido por las repercusiones de “The wall”, ya que estaba convencido de haber escrito algo suyo, autobiográfico, como para sacárselo de encima; y se vio sorprendido por la recepción mundial de su obra y la variedad de interpretaciones que se fueron gestando a su alrededor.

El término sublimación fue postulado por Freud para referirse a ciertos procesos en los que las pulsiones parciales convergen hacia la realización de actividades socialmente valoradas, como el trabajo artístico o intelectual. La sublimación es una de las vías posibles para canalizar el famoso “malestar en la cultura” que tan bien describió Freud.
La palabra sublimación se utilizaba ya antes en química, para nombrar el proceso por el que un elemento pasa del estado sólido al gaseoso. La sublimación remite entonces a un cambio de estado. Si bien, el hinduismo y demás filosofías orientales no utilizan la expresión, lo que en psicoanálisis se denomina sublimación podría emparentarse con los procesos descriptos por estas filosofías a través de los cuáles se logra elevar la energía de los chakras bajos a los más altos.
Freud dejó el concepto sin un desarrollo exhaustivo, por lo que quedan hoy en día muchos interrogantes al respecto. ¿Por qué algunas personas logran tramitar sus impulsos más densos a través del arte y otros no? Los mecanismos no han sido suficientemente estudiados en nuestra cultura como para generar recetas a seguir, por lo que los procesos sublimatorios simplemente parecen ocurrir, casi como fenómenos espontáneos, en ciertas personas y bajo ciertas circunstancias. Poco sabemos de esto; y es muy probable que el propio Waters tampoco lo sepa; de hecho, no ha vuelto, desde entonces, a concebir una obra de similar calidad a aquella que hubo de salvarlo.

Quizás los genios sean aquellos que aprendieron a dominar los procesos sublimatorios como para aplicarlos "a voluntad". A Roger Waters parece haberle sucedido algunas veces y le ha resultado suficiente para encontrar su lugar en el mundo.